La ESPIRITUALIDAD de las Hermanas de Bethania, está centrada en JESÚS. Es decir, CRISTO es el centro de nuestra vida, de quien recibimos el ánimo y el entusiasmo para vivir nuestra consagración.
La norma última de nuestra vocación es el SEGUIMIENTO E IMITACIÓN de CRISTO.
Nuestras Madres Fundadoras, nos legaron la devoción a La SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES. A partir del cual, Ella es para nosotras Hermanas de Bethania: Modelo, Madre y Maestra.
Como modelo, la contemplamos al pie de la Cruz, desde donde nos inspira a imitarla en el amor, en la fe, la entrega y la corredención.
La vida de la HERMANA DE BETHANIA, transcurre marcada por momentos fuertes de unión con Dios a través de la oración, de las celebraciones eucarísticas, de la meditación de su palabra. Y con la Santísima Virgen, a través de la contemplación de sus dolores y los misterios del Santo Rosario.
La unión asidua con Dios en la oración, deben ser el primer y principal deber de todas las Hermanas de Bethania